miércoles, 26 de febrero de 2014

Este jueves, viajamos en tren


Una voz femenina, impersonal y sin vida, anunció la salida del tren. El suave traqueteo del vagón aceleró el ritmo de mis latidos. Por última vez giré mi cuerpo hacia la entrada de la estación, deseaba que él apareciese, necesitaba sus manos abrazando mi cuerpo y sus labios susurrando que no me alejase de su lado. Soy débil, incapaz de luchar por mi futuro, pero si él estuviese a mi lado reuniría las fuerzas necesarias para no regresar a un hogar sin vida, en el que el amor y la pasión desaparecieron hace años. Con los ojos llenos de lágrimas me despedí de aquella ciudad, de aquellos días en los que mi piel recuperó la memoria de la pasión, y me despedí de él, del presente vivido y del futuro soñado a su lado. 


Para disfrutar de más viajes pasaros por la estación deSusana

miércoles, 12 de febrero de 2014

Este jueves; AMOR



La espera

Ansiosas de respuesta, unas manos frágiles y delicadas, apoyadas con respeto sobre un vientre abultado, movían en silencio sus largos y delgados dedos de piel blanca, casi transparente. Los minutos, transformados en horas, convertían sus sueños e ilusiones en incertidumbre y miedo, lágrimas sin forma pugnaban en sus ojos por desbordar el pequeño dique de la esperanza. 

Otro minuto, otra hora. 

Las manos temblorosas rozaban la piel, en un intento desesperado de transmitir calor y vida.

De repente, una leve vibración, una pequeña ondulación de la piel, transformaba las negras nubes del amanecer en un cielo azul sin dudas. Su pequeña saludaba, respondía, la vida en su interior se despertaba al fin. 


Tras ese instante liberador, un largo suspiro alivió a las impacientes manos, de su larga espera. 



Para seguir disfrutando del amor os aconsejo que paséis por la casa de CASS









miércoles, 5 de febrero de 2014

Este jueves: estoy presa


Unos ojos oscuros, profundos y misterios como las oquedades que el mar excava  en las rocas. Un pelo negro, sedoso e indomable reflejo de tu carácter inquieto  y cambiante. Una boca apetitosa y cálida adornada con el hoyuelo  que se forma en tu mejilla al sonreír. Una piel morena, firme y salada que no me canso de acariciar. Una cárcel de la que no quiero escapar, en la que deseo refugiarme, y de la que necesito gozar.



 Para descubrir más prisiones pasaros por el THE DAILY PLANET