miércoles, 13 de noviembre de 2013

Este jueves; Samy





El cuarto de los conjuros estaba hecho un desastre, frascos por el suelo, ojos de tritón debajo de la mesa,  escamas de dragón mezcladas con plumas de león. Vamos, un verdadero caos.

- Maldita sea, se me olvidó cerrar la puerta. No me dará tiempo, no me dará tiempo- gritaba la pobre Mariluja, mientras decidía por dónde comenzar a recoger.

En apenas una hora, el consejo de brujas de zona, acudiría a su castillo para comprobar si era digna de recibir la varita de bruja graduada.

 Atrás quedaban los días de estudio memorizando conjuros y las noches de prácticas y de cacerías, para lograr los ingredientes mágicos que sus brebajes necesitaban.

- Maldita bruja Cuscuja, ¿por qué te haría caso?- se preguntaba Mariluja.

 Su prima, la bruja Cuscuja, le había dicho que necesitaba un toque gótico en su vida para lograr que el comité la aceptase.

- Tienes que conseguir un gato negro, toda bruja que se precie tiene uno- afirmó Cuscuja.
La pobre  Mariluja, que lo que más deseaba en el mundo era conseguir su varita, buscó y buscó hasta que un gato, negro como la noche sin luna, encontró. Un pequeño cachorro de palas largas y mirada intensa, que nada más llegar a casa se convirtió en su peor pesadilla.
Aquel ser desconocía lo que eran los buenos modales y la educación. Corría por toda la casa, arañaba las cortinas, descolocaba los armarios, se bebía sus pociones, dormía dentro de sus gorros de bruja llenándolos de pelos y además, parecía no entender, o no querer entender, las riñas de su dueña.

Mientras movía su escoba voladora empujando los cristales rotos bajo la alfombra, en un intento por disimular aquel desastre, Mariluja maldecía la ocurrencia de su prima y las siete vidas de aquel gato, mientras, el felino, acostumbrado a los enojos de su dueña, se acomodaba, cuan largo era al lado de la ventana, dispuesto a disfrutar de un baño de sol.


Esta semana seguimos jugando en casa de Dorotea, allí descubriremos más palabras y más relatos.




21 comentarios:

  1. Bueno el gato era negro, con misterio, pero también con mal comportamiento.
    ¿Pasará la prueba la bruja?

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  2. No me cuentes ... hace unos meses que tengo una "linda gatita" en casa y ¡diablos! Así que entiendo a Mariluja.
    Y, en extensión, a quienes cargan con algo no deseado por conseguir un objetivo, que tal vez o no logren, pero se van cargando de responsabilidades.
    Vale, me dejo de disgresiones, te mando un beso.

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  3. Una buena historia con final intrigante. Muy bien Alicia!!

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  4. Supongamos que todos los gatos negros de las brujas del consejo habrán pasado por esa adolescencia gatuna de comportamiento caótico. Habrá comprensión y vista gorda siempre y cuando Mariluja se haya estudiado bien los truquitos y se saque el carnet de escoba voladora.
    Un beso.

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  5. La muchacha le pone empeño, al menos espero que consiga su objetivo. En cuanto al gato... ¡Ya esta apañada! Me gusta mucho el relato, muy entretenido. Un beso.

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  6. Creo que Mariluja se merece la varita, pone voluntad y esmero, lo del lindo gatito es cosa de tomarle el truqui y dejarlo manso, será que es joven. Diplomada bruja será y tú, Alicia has sabido sacarle el conjuro a las cinco palabras, estupendo. Beso con polvitos mágicos.

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  7. Un buen ambiente has creado, brujeril a más no poder! Las palabras se acomodaron en la historia, donde Mariluja bien ganada tiene su varita mágica por todo su empeño y aguante, sobre todo, con ese gaturro! jajaja! Una palabra mágica le vendría bien para ponerlo en su sitio! Muy entretenido tu relato.
    Besos!
    Gaby*

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  8. Si es que digan lo que digan, el gato negro trae mala suerte, y esta bruja no sivertido relato
    Un abrazo

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  9. Hola!!
    Buenisimo, son mis palabras y mi alias !!
    Toda bruja que se precie de tal tiene que tener su gato así que Mariluja se tendrá que acostumbrar si quiere obtener su varita jajajaja!!
    Muy bueno!!
    Besos

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  10. Ja, ja qué divertido! Ya se sabe que el que algo quiere algo le cuesta, aunque sea una bruja, así que tendrá que aguantar al "gatito travieso".
    Un beso

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  11. Me ha encantado tu relato. Es divertido, de impecable factura y las cinco palabras encomendadas nada en él como peces en el agua, con mimetismo felino.

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  12. Me gustan las historias de brujas, me recuerda a la bruja Berta con su gato Bepo, que también buen trabajo le daba. Te ha quedado muy lindo el relato y divertido , más allá que la vida de Mariluja sea un caos.
    Un beso, Jime

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  13. Jo, pobre Mariluja :) Para intentar ser bruja, que menos que el gato sea dócil y le obedezca... espero que tenga suerte y le den su varita.

    Yo tengo un gato negro en casa, tiene 3 meses ahora y es muy juguetón.

    Bss.

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  14. Me imagino a esa bruja y me cae bien, me explico: si un gato y además negro le hace caso, mal asunto. Como no se lo hace, la supongo una brujita de las buenas.

    Casaste perfectamente las palabras en tu trama, enhorabuena.

    Un beso

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  15. En mis tiempos mozos, fui brujilla con escoba...que ternuraaaaaaaaaaa. Hoy solo me queda el gato negro y la ilusion de leer cuentos como este.
    Un besazo

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  16. Las aventuras y desventuras de una bruja bien trazadas al ritmo de cinco palabras que condicionan, pero con las que has salido airosa.
    Final de dibujos animados y risas por doquier.
    Besos

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  17. Pues como que me he quedado con ganas de seguir esta historia, me supo a poco.
    Un abrazo.

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  18. Una bruja que dibujas de forma divertida, en esa tragicomedia en que han "engatusado" cinco palabras.

    Muy bueno!!!

    un fuerte abrazo dominguero!

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  19. quise decir: "en que te han engatusado...." besos

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  20. A ver si Mariluja consigue la graduación y con ella más poder sobre el gato. Pero me da que el animalito es difícil de domesticar.
    Besos!

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  21. jejje... no es fácil ser bruja eh... y sobre todo si aún no has domado al gato! jjeej que lindo relato! un beso!

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