Un
grito desgarrador rompe el silencio de
la noche. Unos pasos decididos apagan el llanto
escondido entre los pliegues de una manta. El sonido de una pesada
puerta. El rugido de un motor que se
aleja. El suspiro de alivio al cerrar la
puerta del claustro. El dolor del recuerdo, de las promesas, de las mentiras,
de los besos escondidos. El miedo a la soledad. Una decisión sin futuro, una
separación sin remedio. Unos pechos vacíos, ocultos tras un hábito, que jamás
sentirán las caricias de su bebé.
Para descubrir más claustros no dejéis de visitar la casa de Rhodea
En pocas palabras has descrito lo que creo que debe ser una de los mayores dolores en esta vida.
ResponderEliminarDebe ser desgarrador ese desprendimiento de la vida terrena.....Lo expresaste claramente Alicia.....
ResponderEliminarDesgarrador.
ResponderEliminarUn beso
Un caso real, atroz, separación forzosa del hijo...!caridad cristiana! un asco y una inmensa tristeza. Lo has expresado con una intensidad devastadora y genialmente corta, felicitaciones y un besito.
ResponderEliminarUfff! Qué fuerte! más aún, porque la realidad se cuela muy bien en tu relato. Cuántas mujeres han corrido triste suerte! Espero que en estas épocas, estos casos no sean tan frecuentes como tiempos atrás.
ResponderEliminarMe ha gustado la brevedad y la contundencia que le he has dado a la historia.
Besos!
Gaby*
Duro, pero seguro que ese caso se ha producido.
ResponderEliminarUn beso, aún estremecido.
Síntesis perfecta para narrar una sucesión de dolores e infortunios!
ResponderEliminarUna excelente forma de narrar!
=)
No puede juzgarse a nadie por las decisiones que toma, pero sí a aquellos que obligan a que las tome.
ResponderEliminarGracias por lo sintético. Un abrazo y tu cafelito.
Hemos trabajado la misma idea Alicia, solo que con distinto desenlace, y que es que esos muros y esas rejas, dan para mucho escrito. Me gustó como has transmitido el dolor de esa madre.
ResponderEliminarUn beso.
Doloroso y reflexivo, aunque siempre es un poco tarde para reaccionar. El laberinto es demasiado complejo e insalvable.
ResponderEliminarBesos
Un relato desgarrador sin duda muchas veces repetido,por desgracia.
ResponderEliminarUn beso
Pásate por mi blog y tendrás un premio que te recordará mi primera convocatoria. Muchas gracias por participar
ResponderEliminarReal y triste. Desgarrador y tremendamente triste. Tu brevedad en describir esa traumática separación de madre e hijo y la reclusión de aquella, lejos de difuminarla, le añade intensidad y dramatismo.
ResponderEliminarUn abrazo.