- En la silla de la cocina hay un pelo de tu perra y no me puedo sentar.
- El sofá está demasiado blando y me molestan las maderas.
- La luz del pasillo es demasiado fuerte y me hace daño en
los ojos.
- Estas sábanas tiene arrugas y no puedo dormir bien.
¿Pero quién me mandaría a mí invitar a pasar un fin de
semana, a mi casa, a la Princesa del Guisante?
Para conocer a más invitados os invito a pasar por la casa de nuestra querida Loquita Diplomada
Qué quisquillosa te resultó la invitada! Parece que algunas princesas no toleran absolutamente nada. Me gustó como brevemente nos diste pistas para reconocer al personaje.
ResponderEliminarMuchas gracias por participar! Un beso!
Coincido. Arwen, elfa de El Señor de los Anillos, habría sido menos quisquillosa.
ResponderEliminar¡insoportable la invitada! ¡no se aguanta ni a ella misma! Muy divertido Alicia
ResponderEliminarEs que según a que invitados es mejor no tenerlos, ¿quien sabe qué dirán?
ResponderEliminarUn abrazo
Muy buenooo!!! La verdad yo jamás la hubiese invitado, muy quejosa no?
ResponderEliminarUn beso.
jajaja no me lo esperaba, pero sí...puede que haya nacido con coronita, pero no deja de ser una melindrosa malcriada! ajaja
ResponderEliminarUn abrazo
Evitaré describir los remedios para la princesa que se me ocurren por ser mi primera visita. Pero el relato estuvo muy bueno!!
ResponderEliminarJajajaja, ¡vaya con la Princesa del Guisante, a la que nada le viene bien! con no volver a invitarla, todo solucionado. Muy divertido. Un beso.
ResponderEliminarJajaja! Genial relato... la invitación? creo que no da para repetirla! Pesada la Princesa, qué se ha creído! :D
ResponderEliminarBesos!
Gaby*
jajajajaaja! Vaya finde que te dió! Muy bueno, de verdad.
ResponderEliminarBss.
Cuatro pinceladas muy bien puestas y todo un relato logrado!
ResponderEliminarSaludos!
Jajajaja es que desde la primera letra me la estaba imaginando, qué bueno que hayas traído hasta aquí a la Princesa del guisante.
ResponderEliminarEsta es mucho peor que la Princesa del Guisante ya que ella no se quejó de la incomodidad del guisante hasta no ser preguntada y la protagonista de tu historia se queja de todo continuamente.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Confiesa, esa princesa es real, tiene nombre. Se sincera ¿Quien de tus invitadas tiene tan significativo titulo nobiliario?
ResponderEliminarMe gusta tu estilo, volveré a leerte.
Saludos.
Super ingenioso, ahora bien en nuestros días a esta princesita la atiborrarían de pastillucas. Besos.
ResponderEliminarIngeniosamente bien resuelto, para una invitada tan difìcil... :)
ResponderEliminarbesos con admiración, escritora!
Anda que no tienes razón ... ¡vaya pelmaza!
ResponderEliminarUn beso y muy feliz cumpleaños.
Ainnsss qué pesada y qué impertinente!!!
ResponderEliminarNo la vuelvas a invitar!!
Original y divertido.
Un beso!
jajaja que coñazo de princesa jajaja. Me encantó. Un beso
ResponderEliminarJejeje, pues sí amiga Alicia, una "tiquis-miquis" de cuidado, yo le pondría camita de faquir.
ResponderEliminarSuerte con tu novela y besitos por este corto y divertido texto.
Pues eso... ¿Quién te mandaría invitarla? Porque con lo poco que has relatado la has fotografiado a la perfección.
ResponderEliminarBesos
jajajajajja que arte tienes, me apunto las referencias para no traerla a casa de invitada.
ResponderEliminarUn beso