La caza
Sus ojos verdes se movían sin descanso de derecha a izquierda, atentos a la llegada de su víctima.
Esta vez lograría pillarle, no podía volver a fallar, su futuro dependía de ello, otro error, otro despiste, y terminaría con sus huesos en la calle.
El sonido de unos pasos sobre el parquet, puso en alerta sus sentidos.
Con sigilo se parapetó tras la puerta de la cocina, el irresistible olor proveniente de la encimera facilitaría su tarea.
Los golpecitos nerviosos y rápidos en el suelo, se acercaban con rapidez.
Al escucharlos, su respiración se silenció, en un intento por ocultar su presencia.
Tres, dos, uno, ahora, con un fuerte impulso de sus patas traseras, elevó su cuerpo del suelo, para aterrizar sobre su sorprendida presa.
Con orgullo, dirigió sus pasos al dormitorio de su dueña, mientras en su boca se movía un asustado ratoncillo con la sorpresa marcada en sus bigotes, aquel gato gordo y dormilón le había pillado in fraganti.
Ley de vida, el pez grande se come al pez chico, en cuanto se descuida lo más mínimo.
ResponderEliminarBss.
desde mi humilde posición, me voy a atrever a dictar otro final...
ResponderEliminarY LA SEÑORA PEGÓ UN GRITO DE LOS MIL DEMONIOS Y SALIÓ CORRIENDO EN CAMISÓN DE LA CASA...AJJAJA
y es que no he podido obviar esta acción por parte de la dueña...
por otra parte, me gusta esa emoción que desprende el breve relato.
medio beso.
Buena tarea! que no le vengan luego con que era un perezoso! Me causó gracia la apreciación de Gus, sobre el susto de la señora corriendo en camisón!
ResponderEliminarBuen relato, que nos lleva a hurtadillas de cacería casera.
Besos!
Gaby*
A la que pilla infraganti es a su dueña, porque si se presenta con el bicho en la boca encima de su cama, ya te digo yo que el grito le da la vuelta al mundo un par de veces, jajaja, miles de besosssssssssssss
ResponderEliminarAnda! si es que mi medio esposo y yo nos compenetramos, jajaja, hemos imaginado lo mismo, jajaja, mas besossssssssss
ResponderEliminarMantiene la tensión hasta el final. Un beso.
ResponderEliminarEl ratoncillo no esperaba a ese gato perezoso jejeje. Muy buen micho.
ResponderEliminarUn abrazo.
jeje
ResponderEliminarParece el mio, gordo y perezoso.
me dio ternura:)
Un abrazo.
los gatos no duermen... no no.... te va a econtrar seguro :D muy original el relato! un saludo!
ResponderEliminarBuen trabajo el del gato, siempre alerta hasta que su presa se puso a su alcance.
ResponderEliminarMuy buen final
Un abrazo
¡Qué asco! hubiera preferido otra causa para que cazara el gato.
ResponderEliminarajj qué asco!...de ser su dueña hubiese preferido que no hubiese sido tan eficaz! ejjeje
ResponderEliminarSaludos jueveros!
jajajaja... que divertido me imagino a aquel gatito tratando de atrapar a la presa pero que horror al ver al gatito asomándose con el ratón en el hocico ... que horror
ResponderEliminarUy si mi gato me trae ese presente me desmayo. Una historia divertida y con un poco de suspenso que la completa.
ResponderEliminarUn besote.
Será por eso que no tengo gatos para que no me enseñen sus triunfos :). Un relato que te mantiene en vilo...
ResponderEliminarBesos
el gato hizo bien su trabajo, eso si no creo que a a dueña le hiciera mucha gracia que le mostrara el trofeo, jejejejej
ResponderEliminarDos "infragantis" por uno. Con los pelos de punta ambos :)
ResponderEliminarSaludos!
La normal ausencia de ratones en los pisos actuales ha hecho que nos hayamos olvidado casi de la función depredadora de los gatos con respecto a estos roedores. A menudo se tenían para que cumplieran fielmente con ese menester, ahora son solamente animales de compañía. Así que verlo aparecer con su presa casi con seguridad que también nos pilla in fraganti.
ResponderEliminarMuy bien descrita la tensión de la espera.
Un abrazo.
Quiero la dirección y el nombre de ese gato, por si se me atraviesa un temible ratón....!!!!
ResponderEliminarRelato muy ameno, nos pesco in fraganti!
besos
Imagino la siguiente escena: el gato ofrece su presa a su dueña, que recibe una tremenda impresión.
ResponderEliminarOriginal visión de la propuesta.