Siempre renegué de las citas a ciegas. Todo ese ritual absurdo que las envuelve, me provoca desazón y vergüenza. Cómo ilusionarme ante la perspectiva de un encuentro con alguien al que no conozco, por quien no siento nada. Sin embargo con ella, es diferente, cierto que me consideraba demasiado joven para que se fijase en mi, y en un principio su interés me asustó, pero ahora que llevamos meses observándonos en la distancia, la idea de conocerla me atrae. Nuestro secreto por fin será descubierto, todo el mundo conocerá su interés por mí, oculto hasta hoy. Como caballero, debería dejar que fuese ella la que eligiese el momento y el lugar, pero no puedo ni quiero aplazar por más tiempo nuestro encuentro. Mi cuerpo, enfermo y sin fuerzas, se encoje entre las paredes de una diminuta bañera. La tibieza del agua que la desborda, logra suavizar levemente el dolor de la cuchilla al sesgar la piel de mis muñecas. Ahora sólo queda cerrar los ojos y acudir a su lado.
Más secretos en el blog de
Sam
Ayy, que triste final, su secreto de seducción por la muerte.Terrorífico. Tremendo.
ResponderEliminarUn beso
Uf, me dejaste a cuadros con el final. A medida que iba leyendo se dibujaba un final poco normal, pero este me ha sorprendido por completo. Enhorabuena.
ResponderEliminarSaludos
No pensaba que la cita fuera con ella, ¿para qué citarla si llegará tarde o temprano?
ResponderEliminarEsta cita a ciegas, más o menos, la tenemos todos y todas, la cuestión es si decidimos adelantarla, es una elección perfectamente respetable.
ResponderEliminarPensé otras cosas pero al final entendí otras que llevaron al desenlace.
Genial e intenso.
Un besito.
Un final que estremece y sorprende... Todos tendremos esa cita al final de cuentas, y a más de uno le seduce el conocerla. El ir por ella, corre por su cuenta, pero no es más que adelantarse algunos pasos.
ResponderEliminarTal vez crudo, pero muy bien narrado.
Besos!
Gaby*
Coño!
ResponderEliminarCon citas así mejor no acudir!
Vaya giro final, me has dejado con la boca abierta. Muy bueno. Un beso.
ResponderEliminarLamento decirte que aunque creas que el lugar, el modo y el momento lo ha elegido el protagonista de tu historia, ha sido ella, la bella dama, la dama blanca, como siempre, la que ha decidido la forma en que quiere que tu protagonista se arrulle entre sus brazos. Bellamente narrado el proceso que lo lleva hacia esa cita.
ResponderEliminarUn abrazo.
Un encuentro terrible, llegar a ese punto es envolverse en la desesperanza total. Muy buen texto.
ResponderEliminarUn abrazo.
El relato es tremendo pero está narrado de una manera tan sutil que el final sorprende.
ResponderEliminarExcelente Alicia!!!
Un beso.
vaya que relato eeehhh!!! de verdad que me has sorprendido
ResponderEliminarBuffff!!! Me ha sorprendido muchísimo, no esperaba para nada el final que me parece genial y muy impactante porque lo que te esperas es una cita con otra persona y no con la muerte. También muy triste pero muy bien escrito.
ResponderEliminarEl secreto que jamás dejará de serlo, ese que te llevarás a la tumba en una última cita a solas.
ResponderEliminarExcelente relato, sutil y potente a la vez.
Besos
Terrible secreto que salta al final para romper el suspenso del inicio. Me suena haberlo leido en alguna ocasión anterior ¿puede ser?
ResponderEliminarUn abrazo
Hola, hasta en momento me ha encantado tu novela aunque haya sido publicada hace meses.
ResponderEliminarMe encantaría obtener un PDF de ella, si tienes aun ese archivo, sería grandioso.
Buen día.
Karenjprietos@gmail.com